Dar solución a los problemas

¿Tienes un problema?

 

LA MENTE NO DA SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS,

LOS CREA.

"Tuve una paciente latinoamericana que vivía en Madrid.

Como es lógico, no podía ver a su familia si no era viajando a su país, lo que podía permitirse como mucho, una vez al año.

En un viaje por Europa se enamoró perdidamente de un italiano.

Este amor a distancia les suponía viajar para verse.

En cierta ocasión se le planteó un dilema, quería viajar para poder pasar las Navidades con su familia, pero también quería ir a Italia a ver a su novio.

Esto le supondría un gran gasto y pensó que tenía que elegir una de las dos opciones.

Ante esta decisión tan importante, consultó con una "bruja" en la que tenía mucha confianza, para que le predijera el futuro.

Ésta, tras echarle las cartas, le dijo que "no veía ningún viaje".

Mi paciente, desconsolada, acudió a su sesión de terapia llorando.

¿Qué es lo que quieres tú?, le pregunté. Las dos cosas, me contestó ella. Pues llama a la Agencia, saca los billetes y llévaselos a la "bruja", a ver si así ve los viajes.

En ese momento, desapareció el "problema". Eligió una tercera opción: realizar los dos viajes.

Ahora vive en Italia, gozando de 20 años de feliz matrimonio"

*  *  *

 

Una confusión generalizada, con la que estamos muy familiarizados los psicoterapeutas, es que creemos estar siendo concretos cuando utilizamos explicaciones vagas y ambiguas.




dar solución a los problemas

Esto es muy frecuente cuando nos referimos a nuestros "problemas".

Pero, la situación empieza a complicarse si deducimos, (llevados, quizás, por el lenguaje matemático) que hay que "dar una solución".

Utilizamos esta expresión sin pararnos a pensar en lo que significa.

Me pregunto ¿los problemas nos piden una solución?. Lo cierto es que nosotros nos angustiamos por no poder satisfacer esta demanda.

Ahora sí que tenemos un "problema", porque a la expresión inicial "dar solución", nuestra mente le añade un "tengo que".

Y si en un principio sentíamos malestar, ahora nos invade una tormenta emocional que nos nubla la razón y ya sólo podemos hablar de lo mal que nos sentimos.

Hemos cerrado el círculo, que se retroalimenta dando apariencia de coherencia.

Llegados a este punto, ¿es el problema el que te hace sentir mal o es tu mente?