La presión externa, la autoexigencia y el ritmo del día a día pueden conducir a situaciones de tensión.
HÁBITOS QUE FAVORECEN LA RELAJACIÓN
- Sé realista. Hay personas que tienden a exagerar el volumen o la dificultad de sus tareas y, al mismo tiempo, infravaloran sus recursos y capacidades para hacerles frente, como autoconfianza, tiempo o apoyo social.
- Acepta tus limitaciones. Es importante saber qué puedes controlar y qué no Cuando algo no está en tu mano, ser consciente de ello te evitará angustias y agobios.
- Si no te compensa, cambia. Valora de manera racional y objetiva lo que se te pide, lo que puedes ofrecer y tu capacidad de control. Si no te merece la pena, busca otra cosa.
- Haz deporte: ¡muévete! No importa que corras, practiques yoga, natación, bicicleta o patinaje. Cualquier actividad que te ayude a desactivarte y a segregar endorfinas te servirá para relajarte.
- Apóyate en los demás. Quedar con amigos, familia o pareja combate la ansiedad. No es bueno que una persona se encierre en casa y se coma sus problemas; hay que ventilarlos.
- Fíjate en lo que haces bien. Aunque metas la pata, quítale hierro. Dirigir la atención hacia cosas positivas ayuda a encarar situaciones difíciles.
- Mejor cuidarse que medicarse. Estudios científicos han demostrado que el ejercicio físico es mucho más eficaz que los antidepresivos. Si tienes depresión leve o moderada, es probable que no los necesites: opta por una carrera o un deporte en equipo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario